En duermevela soñé un poema.
Sobre un cuerpo tendido a mi lado.
Uno hermoso.
No un cadáver, tu cuerpo.
Me di vuelta y vi otro cuerpo tendido a mi lado.
Lo toqué.
Despacio.
Con la mano abierta.
Me echó el brazo encima.
Cálido.
Y olvidé el poema.
Concilié el sueño.
Cuerpos que son como significantes.
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